Sin querer levantarse todavía porque daba lo mismo
hacerlo a cualquier hora, recibió el mensaje de un amigo con la cita de un
autor desconocido: “El mundo perdió el humor, la inteligencia y la poesía.
Estamos como una tortuga patas arriba, esperando que alguien la dé vuelta”. Con
la primera parte estaba totalmente de acuerdo: ni humor ni poesía. Con la
segunda más; desde la comodidad de las dos almohadas levantadas, todo quedaba a
mano: los libros, las noticias, la taza de café recalentado. A pesar que
llovían los desastres (y para saberlo tampoco tenía que moverse), no alcanzaba
a alegrarse con la idea de las puertas abiertas, la salida obligada de la
ducha, los zapatos incómodos.
miércoles, 3 de junio de 2020
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