miércoles, 3 de junio de 2020


Sin querer levantarse todavía porque daba lo mismo hacerlo a cualquier hora, recibió el mensaje de un amigo con la cita de un autor desconocido: “El mundo perdió el humor, la inteligencia y la poesía. Estamos como una tortuga patas arriba, esperando que alguien la dé vuelta”. Con la primera parte estaba totalmente de acuerdo: ni humor ni poesía. Con la segunda más; desde la comodidad de las dos almohadas levantadas, todo quedaba a mano: los libros, las noticias, la taza de café recalentado. A pesar que llovían los desastres (y para saberlo tampoco tenía que moverse), no alcanzaba a alegrarse con la idea de las puertas abiertas, la salida obligada de la ducha, los zapatos incómodos.

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