lunes, 15 de junio de 2020


Colecta
Solo tres respondieron al pedido. Solo tres, incluido el conserje, pero con eso fue suficiente para juntar lo que quería y salir con una bolsa pesada de migas en la izquierda y la correa del perro imprescindible en la derecha, un perro de interior, lento y aficionado a las cunetas. Pero no se quejaba. En la plaza no había más que unas pocas palomas picoteando desganadas en el pasto, pero bastó con que abriera la bolsa para que llegaran veinte o más y tordos y gorriones, tan contentos como él en esa media hora, pobres bichos ausentes para todos, aislados en sus ramas.

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