Eran cerca de treinta años juntándose un domingo por mes
a media tarde para un té compartido, conversaciones largas. Esta vez cada uno
se apareció con lo que pudo: Carmen con las mismas galletas de todos los
domingos, Sara y Javier con un pan recién hecho, Victoria con los dos quesos
que tenía. Y los fueron comiendo, muy despacio; mordisco y reflexión, recuerdos
de lo hecho en la semana. Seis caras pensativas y alineadas para pensar ese mundo
que no se imaginaban.
sábado, 9 de mayo de 2020
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