Todas las mañanas se despierta esperando encontrar un
mensaje. Quizá sea ese silencio que se nos viene encima, piensa entonces, pero no
se demora mucho en recordar otros silencios, tan largos como ese y sin motivos.
Desde que comenzaron a estar cerca (mejor decir cerca que juntos), no es raro
que se pierda o que se esconda. Salvo las pocas tardes en un café del centro o las
noches, también pocas, el resto es una espera que no afloja.
sábado, 30 de mayo de 2020
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