sábado, 14 de marzo de 2020
Todas las tardes a la
misma hora bajan los tres al patio. La mamá encumbra la pelota y grita “¡Viva!,
¡viva!”. Joaquín la ve dar un rebote y no se mueve. El papá eleva la pelota con
la punta del pie y grita “¡Ahí va!” sin dejar de mirarlo. Joaquín la ve venir
despacio y retrocede. Los papás gritan “¡Ahora tú, campeón!”. Joaquín la sigue
con los ojos cuando baja y se acerca, pero ni se adelanta ni la busca. A veces
llora cuando vuelven a la casa, siempre a la misma hora.
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