En el rincón, una luz cálida que apenas ilumina. Ella en el centro, chal rojo, sweater mostaza fuerte, las piernas escondidas. Sobre la colcha sin líneas ni dibujos, hila un collar con cuentas apiladas por colores. Mira lo que ya ha hecho, toma una nueva cuenta, la compara; a veces, la suelta y busca otra, le toma el peso con un gesto mínimo y la engancha en la aguja, vuelve a elegir la próxima. Después de un rato largo, cuando está casi oscuro, se levanta despacio, descuelga la cortina y vuelve a su tarea, siguiendo con las manos la luz de la pantalla.
domingo, 16 de agosto de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario