Ya había
seis platos rotos en el suelo cuando la detuvieron los golpes en la puerta de
alguien que había oído el rebote de las ollas y los gritos. “Los mismos platos,
los mismos días, mismos…” se oyó gritar antes de ver que le sangraba un pie,
antes de empezar a darse cuenta que lloraba.
domingo, 26 de julio de 2020
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