Los días se hacen largos, pero no por lo que dicen en
broma en los videos. No se hacen largos porque no hay más que hacer que mirar
por la ventana, como hacía mi abuela mientras contaba los autos y las micros.
Largos, porque no basta con mirar, como ella. Hay que limpiar, lavar, regar,
mantener todo en orden para que este rincón no parezca abandonado. Leer lo que
nos mandan, no dejarse caer, no intimidarse. Contestar cada “me gusta” con un
“también”, llenar de corazones los mensajes. Cuando no hay nada urgente, hay
una nueva urgencia que no afloja.
martes, 28 de abril de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario