miércoles, 22 de abril de 2020

Cuando la vuelve a ver a punto de abrir una lata de atún, le pega un grito. No aguanto más. No tienes que aguantar y ándate si puedes. “De nuevo atún”, dice furioso, y abre el congelador de golpe para mostrarle las bolsas de verdura, los paquetes de carne, las cebollas picadas, el pan que hay que empujar para cerrar la puerta. Atún en la ensalada, tortilla de atún con un poco de verde, tallarines con atún, una vez más las bolitas de avena con atún recomendadas en la página de comida sana que le gusta. Él se acerca y le hace un cariño en el hombro, se le acerca un poco más a punto de besarla. Ella lo mira impávida mientras levanta con el índice el cierre de la lata.

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