Piensa en la palabra “milagro”, que le parece grande, exagerada. En el diccionario dice que es “cualquier cosa o suceso sorprendente”, pero eso no lo ayuda.
“Alivio, piensa en alivio”, le
dice Sergio, al que nunca le faltan las respuestas. Si a “milagro” le sobra, a
“alivio” algo le falta. Y sigue sin saber cómo explicarse lo que siente en las
noches, cuando llega a la cama y se estira; sin tos, sin estornudos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario