Cuando vuelvas a ir, usarás una talla más de ropa y por primera vez, te resignarás a las odiadas zapatillas en lugar de zapatos. No te importará ir con calcetas gruesas, con una bufanda chillona y abrigada que no combina muy bien con el abrigo. El viento será el mismo que hace llorar de frío; la indiferencia de los que esperan en el paradero la misma que recuerdas. Pero te alegrarás más que nunca en esas calles.
martes, 16 de febrero de 2021
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario