lunes, 26 de marzo de 2012

La fragilidad

. . . descubrí a grandes antepasados (Shakespeare y Dostoievski, los autores desconocidos del Mahabarata, Corneille, Chateaubriand, Balzac, Proust), de los que aprendí lo que seguramente ya sabía: que un personaje no puede conmovernos a menos que encontremos en él lo que definimos como “vulnerabilidad”. Todo el teatro, todo el cine, toda la literatura, todas las formas de expresión se basan en la fragilidad, que es nuestra fuente oculta, el origen de toda emoción y de toda belleza. Aceptémosla, reivindiquémosla. Seamos frágiles, pero también flexibles. Y actuemos con serenidad ante lo desconocido. Protejamos nuestra fragilidad y protejamos lo inútil, que nos defiende del simple cálculo pragmático que nos domina. Lo inútil, porque nos permite evadirnos, porque es nuestra salida de emergencia. La fragilidad, porque nos ayuda a acercarnos, mientras la fuerza nos aleja.

Jean-Claude Carrière, La fragilidad.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Sauce en Manhattan

A la derecha del puente de hierro crudo y duro, hay un sauce al que recién le empiezan a aparecer los brotes de primavera, más verdes que las hojas del verano, más verdes y brillantes.

A la derecha del sauce, un edificio en el que rebota la luz, superficie de vidrio sin matices que no acoge ni encierra.

Si alguien pudiera caminar por lo más alto del puente, a unos treinta metros de la calle, vería claramente la mezcla de cemento, restos de asfalto y piedras en que va creciendo el árbol con sus verdes.

lunes, 5 de marzo de 2012

Definición imprescindible

Mano de Judas: Cierta especie de matacandelas, en forma de mano, que en la palma tiene una esponja empapada en agua, con la cual se apagaban las velas.

Del diccionario de la Real Academia Española de la Lengua.