Después
de un viaje
Gracias por esta luz
casi de primavera.
Gracias por el café,
por el lila moteado de mi taza.
Gracias por el cepillo;
el cepillo, el agua, la peineta.
Gracias por el tamaño
de mi baño,
por todos los cajones.
Por la cocina eléctrica
que siempre me impacienta;
por las carreras de los niños
del octavo;
por el blanco
demasiado parejo en los pasillos.
Por los portazos,
estos.
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