jueves, 26 de agosto de 2010

"El secreto de sus ojos"

En el exacto medio de "El secreto de sus ojos" hay una escena en la que el borrachín de la película lleva al protagonista a un bar del barrio del juzgado en el que trabajan para demostrarle que el presunto asesino es un hincha absoluto de Racing. Antes de revelárselo, le dice que él tiene una pasión, que es el alcohol; que el protagonista mismo tiene una pasión, compuesta por partes iguales por el afán de encontrar la verdad y su amor por la abogada que dirige la unidad; y que el pobre y despreciable desgraciado que viola y mata a una mujer en la primera escena de la película también tiene una pasión. "Porque hay algo", le dice, "que es más fuerte que cualquier cosa, que es más fuerte que dios".
"El secreto de sus ojos" es una película sobre las pasiones calladas y confesas, sobre la pasión que se persigue y la pasión que se oculta. El protagonista es un apasionado que no termina de asumirse como tal hasta las últimas escenas. La mujer que lo fascina en una apasionada envuelta en traje de abogada perfecta. El secretario borracho es un apasionado confeso del alcohol. El marido de la víctima es un apasionado eterno de su mujer.
Darín se apasiona con rictus de tristeza y seriedad. La abogada, con una sonrisa constante y burlona. Pablo, el borrachín, con absoluta soltura y aceptación.
Es cierto que la película también habla de la triple y nefasta A de los años setenta en Argentina, de la inmunidad de sus defensores, de esos tristes tiempos en que la justicia no tenía ninguna esperanza. Pero la escena en que Pablo defiende la pasión, todas las pasiones y sus formas, es una de las mejores que recuerdo de la historia del cine.
No sé si el director y el guionista hayan querido que fuera así. No me importa. Sólo quisiera poder ver, una y otra vez, la escena en la que Pablo defiende las pasiones más allá de los dioses. Y esa última escena, en que se confirma que es así y no hay nada, ni el tedio, ni la desesperanza, ni el miedo, que pueda superarla.

2 comentarios:

Irene dijo...

Ya. He leido solo este primer ensayo. Me ha encantado. Seguire leyendo todo tu blog, de a poco, para saborearlo, como el buen vino, o un postre delicioso, que uno no quiere acabar completamente. Puede resultar ridiculo, pero: te felicito! Y, que bueno volver a leerte. Irene

ana marua dijo...

Quizas podriamos agregar la pasion de la venganza...
Que secreto escondes en tus ojos cerrados...
Ama