jueves, 19 de septiembre de 2019
No quiso convertirse en
diputado, como Alberto.
No quiso seguir matando,
como Ignacio.
No quiso entregarse a los
soldados, como Santiago.
Desde octubre, lleva el
celular en el bolsillo de la camisa para seguir los noticiarios en ese idioma
que sigue siendo el suyo. Nadie lo ve en el subterráneo mientras ordena plásticos
y vidrios y cartones; mientras apila diarios, selecciona botellas, limpia un
poco. De diez a diez todos los días.
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